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Triunfo gigante; una mexicana en Escocia

05 de Agosto de 2017 12:19 /

En el condado de Fife en la costa este de Escocia, se encuentra St. Andrews, un poblado de poco más de 17 mil habitantes, lugar donde los estudiantes de la universidad más antigua de Escocia recorren los fairways de los siete campos públicos de “la cuna del golf”. El más antiguo de los siete es el Old Course, en donde hace una década Lorena Ochoa alzó un trofeo con un sabor especial, pues se convirtió en la primera mujer en conseguir un triunfo profesional en el Old Course.

"Es una semana muy especial, es mi aniversario de un triunfo tan emotivo para todos los mexicanos, mi familia y para mí. Fue algo muy especial y hoy lo seguimos festejando”, expresó Lorena al recordar aquel 5 de agosto.

“Ese torneo va a quedar en la historia, fue especial ganar ahí porque fue la primera vez que mujeres tuvimos la oportunidad de jugar ese campo y quedará en la memoria de todos”.

En abril de 2007, a sus 25 años, Lorena Ochoa reemplazó a quien admiró desde la universidad, Annika Sörenstam, como número uno del ranking mundial. En julio, consiguió un segundo lugar en el U.S Open, seguido de un T3 en el Evian Masters.

Todo se alineaba para el primer fin de semana de agosto.

Y Lorena Ochoa presentía algo.

"Los torneos los ganas cuando estás más relajado. Para mí toda la semana en St. Andrews fue algo increíble, como que sentía que me tocaba a mí”, señaló.

Desde el día uno las cosas marcharon bien. Ochoa evitó las 112 trampas que hacen de este campo uno de los más difíciles, y sin un solo bogey firmó una tarjeta de 67 que la colocaría en lo alto de la tabla.

"Fue un juego perfecto el primer día, con tiros espectaculares, buena suerte. Sentía que me tocaba y disfruté muchísimo los cuatro días”, recuerda. De ahí en adelante, lo único era mantener la cabeza fría y el ritmo de juego.

Tarjetas de 73, 73 y 74, un total de cinco abajo y una ventaja de cuatro golpes sobre Maria Hjorth y Lee Jee-Young, con Dave Brooker como caddie y la compañía de alrededor de 20 familiares y amigos, así Lorena Ochoa recibió un baño de champaña de su padre Javier al llegar al hoyo 18.

Así fue como la mejor golfista del mundo posaría en el icónico Swilcan Bridge con el trofeo del decimotercer título de su carrera y su primer major.

"Lo más especial para mí fue poderlo compartir con mi familia y amigos y con la familia de Dave, mi caddie. Creo que el golf tenía un plan para mí, para que ganara en St. Andrews y estaré por siempre ahí y en la historia, y eso me enorgullece”, concluyó.


PP

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